OAXACA: Foro indigena estatal 3

By Anonymous (not verified), 4 December, 2006
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:::Tercera Parte:::: mesas de discusión y análisis realizadas el 28 y 29 de noviembre 2006. / 7 audios formato OGG / opiniones y comentarios sobre la situación de los pueblos indígenas frente a la represión al pueblo de Oaxaca.

Violación a Derechos Humanos

En Oaxaca la violación de los derechos humanos se ha agudizado en la última década. Los pueblos indígenas hemos sufrido la violación sistemática de nuestros derechos individuales y comunitarios.

Los gobiernos Estatal y Federal lejos de responder a las necesidades que aquejan a nuestros pueblos indígenas, responden a un sistema neoliberal, con miras a privatizar nuestras tierras y recursos naturales, ignorando nuestros derechos indígenas, reprimiéndonos, encarcelándonos, incomunicándonos, torturándonos e incluso matándonos; maltratando y violando nuestras mujeres.
En los últimos meses los derechos a la libre expresión, de petición, de asociación, a la libertad y a la vida han sido flagrantemente violados, y más cuando los pueblos nos defendemos y luchamos con la razón, la palabra y la movilización pacífica para que se nos respete íntegramente.

Ante esto, nosotros proponemos la difusión, respeto y práctica de los derechos indígenas, establecidos en el Convenio 169 de la OIT, los Acuerdos de San Andrés y demás leyes. Para esto es necesaria una reforma Constitucional que reconozca de manera integra y plena los derechos indígenas consagrados en los Acuerdos de San Andrés y la propuesta de la COCOPA y que se revoquen urgentemente las leyes y normas creadas últimamente que atentan contra las comunidades indígenas, como la supuesta reforma indígena del año 2001 y la Ley Televisa, ya que impiden el ejercicio del derecho a la libre determinación y autonomía de los pueblos.

II. Pronunciamiento

Reafirmamos nuestra convicción de que no habrá gobernabilidad, democracia, justicia y paz en Oaxaca mientras permanezca en su cargo el señor Ulises Ruiz Ortiz; por esta razón instamos al Senado de la República y a las instituciones federales competentes, para que por las vías políticas y legales que correspondan, procedan a su destitución inmediata. Oaxaca no puede esperar más.

Expresamos nuestro repudio total a todos los actos de agresión y represión por parte de los cuerpos militares y policíacos federales, estatales, municipales y civiles armados que han desatado en contra de la sociedad una persecución judicial y política, criminalizando la protesta social y agravando la violación de los derechos humanos en nuestra entidad.

Exigimos la presentación con vida de los desaparecidos, la liberación inmediata de todos los presos y la cancelación de todas las órdenes de aprehensión en contra de todos los que han participado en el movimiento popular Oaxaqueño y de la población en general. A la par, exigimos la cancelación de las emisiones ilegales de la pro-gubernametal “radio ciudadana” por su incitación al odio y la violencia hacia los ciudadanos y pueblos de Oaxaca.

La presencia de las fuerzas federales en Oaxaca, particularmente de la Policía Federal Preventiva, no han garantizado ni la seguridad, ni la paz en nuestro Estado, por el contrario solo han venido a agravar del conflicto que estamos viviendo. Por ello demandamos la salida inmediata de dichas fuerzas federales y el alto inmediato de las acciones ilegitimas e ilegales de la policía estatal, municipal y de civiles armados.

Pedimos respeto a los medios de comunicación indígenas, en especial a la radios comunitarias que actualmente existen en los diversos pueblos indígenas de Oaxaca. Instamos al mismo tiempo a todos los pueblos indígenas de Oaxaca para que establezcan medios de comunicación propios y pueda difundirse a través de ella los problemas, las exigencias y las aspiraciones de vida de los pueblos indígenas.
Ratificamos nuestro espíritu irrenunciable a favor de las vías pacíficas de solución al conflicto y condenamos la violencia como método para resolver la crisis política y social del estado. Reiteramos que nuestra lucha es por la transformación profunda, democrática y verdadera de Oaxaca para el bien común. Por ello debemos generar los nuevos marcos políticos y jurídicos del nuevo modelo social y económico, de modo que Oaxaca se convierta en un testimonio iluminador de los cambios que también requiere nuestro país.

Llamamos a fortalecer el proceso de unidad basado en la diversidad de identidades y agendas, propiciando acercamientos orgánicos, programáticos y de acción conjunta entre todos los pueblos, sectores y movimientos.
Afirmamos que debemos impulsar una actitud y capacidad propositiva basada en la riqueza, la experiencia y la sabiduría de nuestros pueblos indígenas, dado que nuestras culturas, procesos de autonomía y organización, el trabajo colectivo, entre otros elementos comunitarios, constituyen las claves de construcción de cualquier alternativa social y política.

Instamos a la sociedad para construir nuevas iniciativas y propuestas sobre la base de vincular la movilización, la organización y el diálogo, en todos los distintos campos de la vida, del trabajo y de la lucha de nuestros pueblos.
Convocamos a fortalecer el proceso organizativo y de acción conjunta de la APPO, sobre todo dinamizando en la base de todos los movimientos y organizaciones esta nueva actitud: apostar a todo lo que articule, todo lo que a partir de lo nuestro transforme, todo lo que construya desde abajo.

A nuestros hermanos que caminan con nosotros desde el Consejo Popular de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca les decimos que hoy más que nunca debemos reafirmar nuestra convicción y nuestro compromiso en la construcción de un movimiento pacífico que atienda las causas profundas del conflicto que estamos viviendo y construya las bases para un nuevo pacto social y un nuevo orden jurídico que nos de justicia, paz y democracia a todos.
Llamamos a la sociedad Oaxaqueña, a todas sus organizaciones, sectores y familias, a participar en este gran esfuerzo de cambio, que mediante el dialogo, todos estamos obligados a construir.

Llamamos también al Gobierno Federal y a los partidos políticos a que respeten y respalden este proceso Oaxaqueño, que será nuevo y luminoso con base en valores, derechos y propuestas, no por el uso de la fuerza. Llamamos, en suma, a convertir este conflicto en nuestra gran oportunidad para la transformación que Oaxaca y México necesita.
Este profundo y complejo conflicto, doloroso como un parto, ha permitido la expresión plena y auténtica de los pueblos de Oaxaca. Ha dejado ver que en Oaxaca ya no se corresponden las exigencias y aspiraciones de la sociedad con las actuales leyes, instituciones y prácticas autoritarias del régimen político. En este sentido Oaxaca ya cambió. No puede volver a la situación anterior. También los pueblos indígenas de Oaxaca lo debemos entender así: este movimiento nos ha cambiado y no podemos volver a nuestra situación anterior. De ahí para atrás, lo que ya no queremos. De ahí para adelante, con base en lo nuestro, construir el Oaxaca que queremos.

Nos pronunciamos abiertamente por la no violencia. Estamos convencidos que es el mejor medio para conseguir fines políticos. Como decía Gandhi, es la virtud de los fuertes. Sólo los débiles tienen que recurrir a la fuerza. Por que somos los fuertes, la mayoría, nos comprometemos sin reservas con la no violencia.
No caeremos en la polarización que provocan. No hay diferencia que no podamos procesar con el diálogo democrático.

Los pueblos indios queremos hacer saber a la sociedad y al gobierno de Oaxaca, de México y del mundo que el enorme abuso de la fuerza pública practicado en estos días no nos intimida ni nos paraliza como lo hemos demostrado con la realización de este Foro.
Nos preocupa que lo poco que había quedado del estado de derecho, violado continuamente por Ulises Ruiz, fue ahora destruido por el gobierno federal. Estamos bajo un estado de excepción no declarado y por tanto ilegal. El hecho nos preocupa y nos lleva actuar con extremo cuidado. Pero no nos detiene. Nuestro camino está trazado y vamos a seguir caminando por él, a nuestra manera, en nuestros tiempos y ritmos. Este camino incluye la transformación de todas las normas e instituciones que actualmente rigen nuestra convivencia. No lo vamos a hacer solos. Pero nunca más seremos excluidos de la concepción y operación de esas normas e instituciones.

Nunca más un México sin nosotros

Por el respeto a la libre determinación y la reconstitución de los pueblos indígenas

Dado en la ciudad de Oaxaca, Oaxaca a los 29 días del mes de noviembre del año 2006