Author
Carlos Ramírez
Un análisis objetivo del último video de nuestro querido camarógrafo Brad Will
Si la muerte del camarógrafo y activista político norteamericano Brad Will precipitó una nueva fase del conflicto en Oaxaca, algunas investigaciones independientes comienzan a plantear la hipótesis de que la bala asesina pudo no haber partido de los grupos priístas azuzados sino de militantes de la APPO.
Hay cuando menos siete datos reveladores que debieran ser analizados sin apasionamientos, inclusive a partir del video que circula como el video póstumo: video.google.com/videoplay?docid=-3664350201077731285. De ese video se desprenden varias cosas:
1.- El camarógrafo siempre estuvo, en la incursión que lo condujo a la muerte, rodeado de militantes encapuchados de la APPO. A la hora del disparo, como se percibe en la grabación, delante del camarógrafo había como seis appos. Asimismo, segundos antes de su muerte, Will se hincó para protegerse detrás de varios appos y desde ahí siguió filmando.
2.- Segundos antes del disparo asesino, se escucha una voz que provenía del grupo de appos que rodeaban al camarógrafo: “dile que apague esa puta cámara” y otra: “según yo te dije güey que no estés tomando fotos”; esta última frase era una segunda amenaza de un appo contra Will. ¿A quién no le convenía que hubiera registro de la pelea? A los appos. Por el movimiento de los appos, no se ven ataques de frente con disparos. ¿Qué habría grabado Will que enojó tanto a los appos?
3.- La secuencia de las explosiones también puede revelar circunstancias de la pelea. Se necesitan aparatos especiales para filtrar los sonidos. Pero en el video de Brad Will se perciben explosiones. Los appos parecen no enfrentar balazos sino piedras.
4.- En el momento en que ocurre el disparo, Brad Will estaba medio cubierto: de su lado izquierdo, un grupo de appos, luego había un espacio como para una persona, enseguida otro appo, otro pequeño espacio y finalmente otro appo. Por tanto, la bala asesina habría entrado, de venir de frente, por un estrecho callejón de personas sin lastimar a nadie más. ¿Otra bala mágica?
5.- Hay otro detalle singular: los presuntos disparos que supuestamente vienen de frente se escuchan claramente como explosiones con eco. Pero el disparo que le toca a Brad Will --él dice “ya me dieron”-- es un disparo sordo. Luego se escuchan explosiones y otros disparos como con sordina. Ahí se nota por primera vez el miedo de appos ante los balazos. Antes no.
6.- El camarógrafo Brad Will fue subido a un vochito y llevado al hospital. De acuerdo con las imágenes que se difundieron, llevaba una herida de bala exactamente en el centro del cuerpo, abajo del corazón. Pero según el dictamen del forense a la hora de la autopsia de ley, el cuerpo presentaba dos impactos de bala. En el video Will cae y está conciente, dice me dieron y ayúdenme. Los datos dicen que murió en el camino al hospital. A la hora de recogerlo para subirlo al vochito, le dicen a Will: “estás bien, estás bien, güey”, “tranquilo”. Nadie sabe quién se llevó a Will al hospital. Asimismo, otro dato relacionado: la ropa de Will desapareció pero se la quitaron los appos en la misma escena del crimen. Con la ropa se podría establecer si habían sido uno o dos los disparos. ¿Quién le dio el segundo disparo?
7.- El golpe que acompaña al disparo es contundente e inmediato. Los disparos a distancia no empujan tanto a la víctima como sí lo hacen los disparos a corta distancia. El disparo sacude a Will y lo derriba de inmediato.
La investigación del asesinato del camarógrafo debería ser realizada por una comisión independiente. Los puntos clave son los siguientes: quiénes tenían las armas, quiénes eran los que estaban en el grupo, quiénes le dijeron a Will que dejara la cámara y que no tomara más fotos, quienes lo levantaron del lugar, quién se quedó con la ropa, quién lo llevó en el auto compacto al hospital y quién hizo la autopsia. Hoy priva la versión de que grupos priístas locales habrían sido los agresores. Pero la revisión del video puede revelar una lectura diferente a la que han realizado los appos como parte de su campaña de propaganda.
Al final de cuentas, los grupos gubernamentales tienen poco que perder porque a ellos les acreditan la muerte del camarógrafo. En todo caso, lo interesante del asunto podría residir justamente en la posibilidad, de acuerdo al video, que el camarógrafo y activista hubiera quedado en medio de la línea de tiro de hombres armados del lado de los militantes de la APPO.
El caso del camarógrafo Brad Will no debe permanecer en las sospechas. Si los asesinos fueron sicarios pagados por el PRI, la investigación está obligada a dar con los asesinos materiales y con los asesinos intelectuales. Pero si la bala asesina partió de algunos de los grupos simpatizantes de la APPO, la investigación también debería ser implacable para determinar quién o quiénes dispararon y por qué razones: impericia para determinar el ángulo de tiro o razones especiales o fabricación de una víctima. Asimismo, se debe establecer con claridad y pericialmente cuántos disparos fueron: uno o dos.
Por lo pronto, al camarógrafo y activista Brad Will duró muy poco en el ánimo de los grupos afines a la APPO. La decisión de intervenir en Oaxaca no fue tomada en función del activista extranjero el viernes 27 de octubre sino días antes. Sin embargo, la presión del embajador norteamericano Antonio Garza fue expresada aún antes de tener los elementos periciales en sus manos y sin haber revisado a fondo el video del camarógrafo asesinado.
Y al final de cuentas, Brad Will nunca tuvo buenos espacios dentro de las organizaciones de la APPO. Andaba por ahí pero siempre marginado, tachado como “el gringo”, a pesar de que participaba más como activista extranjero en las luchas que con la cámara de video. Su empresa Indymedia es un espacio de militancia social y de apoyo a las organizaciones revolucionarias en el mundo. Ahí no hay información analítica sino apoyo a la revolución socialista. Su sede está en los Estados Unidos y tiene ramificaciones en prácticamente todo el mundo. Por tanto, Indymedia no es un medio de comunicación sino un espacio de promoción de la revolución.
Pero aún en este escenario, la muerte de Brad Will debe ser aclarada para saber quién o quiénes lo mataron.