La segunda de las tres epístolas esta escrita en forma de historia. El escrito detalla escenas nuevas de Dios, Maria, Jesus, Jose y otros personajes de la historia. El texto presenta una fina carga de sarcasmo donde los personajes presentan caracteristicas más humanas. (Dedicado a la alta curia y al "Prof." Jorge Angeles del Colegio el Buen Pastor)
Epístola
II
Recuerdos
y Blasfemias
Confesiones
Miguel
Guerra León (librepensador)
Apreciado
Lúcibé:
Como
bien sabes, he venido bajo esta forma humana para ocultar mi equivalencia
con Él Portador de Luz, Sin Amo. Lamentablemente este cuerpo está
limitando mis fuerzas a tan solo cinco sentidos. Sin embargo, estoy
logrando desarrollar mis aptitudes para conocer los pensamientos de otras
personas, controlar la dirección del viento y el movimiento del fuego, y
en reiteradas ocasiones he manipulado sucesos cotidianos a mi
conveniencia. Y por supuesto, también cuento con el apoyo de quienes
peleamos en la batalla de los veintiún días
ftn1" href="#_ftn1" name="_ftnref1" title>[1].
Quiero
hacerte una confesión de camarada a camarada. Experimento un furor más
caudaloso que las fuentes del abismo, un antojo tan feroz como cuando nos
cogimos a las hijas de Adán hasta embarazarlas[2].
Lo confieso, deseo a la Virgen María porque es una mujer como las que ya
no existen, es decir, fiel y tolerante a pesar de no ser reconocida como
la esposa de Elohim[3].
Mi espíritu arde de pasión al recordar sus rojizas mejillas y sus finos
labios que parecen entonar melodías, y sus hermosos ojos negros
semejantes a las noches de verano y su suave rostro como la arena del
oasis. Su inocencia es protegida por un manto que oculta su tostada y
juvenil figura. Desfallezco por apretar su pecho contra el mío y
envolverla con mis brazos mientras la arropo con la pasión.
Toda
mi pasión termina siendo una fruta amarga en el paladar, nunca acepté
que ella viviera con un carpintero porque quienes han existido desde el
inicio de los tiempos, sabemos que es falsa la imagen caricaturesca que se
le impone al “buen” José. Él era un carpintero dedicado, y
como tal, gustaba de “clavar”, y para ello no necesariamente
usaba por herramienta un martillo. He visto enloquecer a José cuando la
respiración de ella aumentaba como la ventisca del desierto, él
disfrutaba cuando los bellos de su amada se erizan al vaivén de su
cuerpo, el carpintero se mueve al ritmo de su corazón que retumba como un
tambor de batalla que ordena a su soldado a embestir sin piedad al enemigo
hasta arrancarle ahogados gemidos.
Solo
los Cristianos Romanos creen en el mito de la virginidad perpetua de María
y en la débil representación de José. Sabemos claramente que un hombre
con sentido común en la época de José (y aún en el presente) no
hubiera aceptado una vida matrimonial llena de dudas de infidelidad acompañadas
de noches tormentosas donde hubiera tenido que luchar contra la lujuria
que le ordenaría poseer a la mujer del altísimo. El hecho es que él, y
solo él, logró compartir un goce intimo y cálido con el Señor. Sin
embargo tuvo que criar a un niño ajeno al que jamás pudo castigar por el
temor a recibir un castigo peor.
Ese
“pequeño” regalo enviado del cielo cambió radicalmente la vida del
carpintero. Una mañana José se encontraba en su casa y unas horas más
tarde cuando cayo el anochecer debía huir a Egipto dejando atrás su
taller para deambular atormentado por la hambruna y la falta de vestido[4].
Además, no le quedaba otra que aguantarse y huir, era irrelevante si todo
le llegaba al orto, él sabía que la guadaña de la pelona también podría
cortarle la cabeza.
Ahora
que menciono a Jesús recuerdo ciertas escenas que tú también debes
recordar. Acuérdate que de niño gustaba ir a sentarse por largas horas
entre las piedras del rió para meditar la palabra de Jehová. En uno de
esos paseos, mientras observábamos detrás de los arbustos confirmamos
que él siempre supo que era el Emmanuel[5].
No obstante nos percatamos que el Rabí[6]
jamás logró ser un humano de verdad, él solo tenía la apariencia
humana pero siempre pensaba como Dios, y por una la sencilla razón, es
que él era parte de ese “combo” de tres dioses en uno.
Como
antes habíamos dialogado, el Mesías no logró romper la brecha
infranqueable entre ser un dios y ser un mortal. Esa tragedia es el por
qué su mensaje falló, falla y fallará en el tiempo. Mis oídos aún
guardan los comentarios de los israelitas de Jerusalén con respecto al
Nazareno, para la comunidad era un hombre enloquecido o un brujo del
diablo al que escupían u orinaban mientras entre gritos le decían: “Profeta
de Rameras, Señor de Mendigos o culo roto de Satán” Jesucristo
pudo ser cualquier cosa menos el enviado de Dios.
Recapitulando
los escritos originales del Libro del Universo que vaticinaba que
el Hijo del Hombre se salvaría de morir en la cruz y que el pueblo de
Israel terminaría por aceptar la Buena Nueva. La profecía en el cap. 29,
vers. 9 del Libro del Universo decía: “Gobernantes y religiosos
querrán matar al ungido del altísimo pero los hijos de Israel a una sola
voz sé opondrán. En ese instante de lo alto del cielo descenderá un águila
de fuego que obedece al ángel de la purificación, este guerrero
desenvaina su espada con la que ordena al ave que calcine a los enemigos
de Jehová” Sin embargo, ésta profecía no sucedió,
definitivamente el plan de Yahvéh[7]
se fue al demonio. Dios enfrenta un problema con el que no contó, su hijo
unigénito era un maestro que no lograba enseñar a sus neófitos. Su
magna escritura había sido corregida por nuestra pluma maldita.
Vaya
jugarreta que le hicimos al todopoderoso. Ahora Jesús había sido elegido
para que experimente el dolor más intenso que en esa región se podría
hallar. Nunca le habían apaleado tanto el rostro y jamás le habían
azotado dos romanos xenofóbicos a la vez, estos soldados estaban felices
de romperle la espalda con sus látigos de tres ramas en cuyas puntas tenían
pedazos de metal que cortaban la piel. Se le añadió una corona de
espinas envenenadas que se incrustaron en su cuero cabelludo causándole
terribles espasmos de dolor. Antes de llegar al Gólgota tuvo que ascender
tres kilómetros bañado en sangre mientras cargaba sobre sus hombros un
travesaño de algarrobo de 42 kilos que estaba atado a sus muñecas y
brazos.
Oh
claro! Recuerdo esos dientes volar al contacto brutal de su boca contra el
suelo, y esas pobres rodillas, pómulos y frente completamente destrozadas
por los fuertes impactos contra el suelo accidentado. Finalmente cuando
llegó a lo alto del Gólgota
ftn8" href="#_ftn8" name="_ftnref8" title>[8],
un centurión ordenó a cinco soldados qué lo desnudarán para tumbarlo
al suelo y proceder a su crucifixión con clavos de 15 centímetros que
perforaron los huesos tarsianos de sus pies y el nervio mediano de sus muñecas
produciéndole ondas horas de dolor que retorcían su cuerpo mientras era
elevado al poste vertical para ensamblar la cruz donde finalmente moriría
de un paro cardiaco. No sé si el corazón le estallo por el intenso dolor
o por el cartelito sarcástico que estaba encima de su cabeza que decía: Deus
Mortuus.[9]
Con
gran inspiración modificamos el destino de todos los discípulos y
seguidores para que hallen muertes horrendas como ser crucificados,
despellejados, decapitados, torturados, encerrados y quemados por los ejércitos
de Nerón y Trajano[10].
Era sin duda, una época donde Yahvéh brillaba por su ausencia y donde
reinaba la ley del emperador que decía: Ut christiani non sint[11].
El despreocupado Jehová[12]
no le importó si una de las bajas cristianas se hallara uno de los cuatro
hermanos de Jesús. El menor de los dos Santiagos, fue lapidado en Jerusalén
por tres docenas de personas cuando éste minutos antes había sido
lanzado desde el edificio mas alto del pueblo.
Esa
falta de responsabilidad con los suyos es lo que siempre me incomodó.
Porque fue un desconsiderado que olvidó las reuniones entre nosotros sus
hijos y los dioses
ftn13" href="#_ftn13" name="_ftnref13" title>[13].
Sus celos enfermizos por el poder terminaron por viciar la atmósfera de
su Olimpo. Sin embargo, ése dios que dice ver todo, era incapaz de ver
que en su paraíso no todo iba tan bien. Es ahí donde sentí decepción y
frustración, debía alejarme de manera irreconciliable con el clan
universal.
Nunca
nos dejó decidir el camino que deseábamos tomar porque él ya había
elegido por nosotros, esa actitud hizo que nos alejemos de su trono. Él sólo
optó por maldecir nuestra autarquía[14],
observó con malos ojos que tengamos nuestros propios mandatos. Nunca le
importó que fuéramos felices, solo deseaba de manera autoritaria
someternos bajo su palabra. Nosotros queríamos ser libres de verdad, no
simples marionetas que simular serlo. Y si para ello tendríamos que ir a
la guerra, iríamos. Como seres inteligentes, dudábamos de muchas cosas y
pelearíamos por aquello que llamábamos: “Nuestro derecho”
Existen
algunos espíritus humanos que luchan contra la dictadura de Jehová y yo
he reencarnado en uno de esos hombres en búsqueda de la victoria. Somos
la inspiración de las generaciones detractoras que trascienden la
historia del universo. Damos el soplo de vida a la imaginación de los
artistas. Invadimos su mente en la oscuridad de sus aposentos para
arrullarlos con nuestras voces que susurran historias que los desintegran
en átomos de vanidad.
La
señal está ante ellos y las obras les enseñarán a ser maestros de su
propio destino. Soy él apostata que predica los vejámenes de Santa
Iglesia Católica. Mi morral guarda al almíbar y al fogón que ha abierto
al séptimo sello. La tierra tiembla y el cielo parece resquebrajarse con
las tropas de los cuarenta y dos meses[15].
Somos los espíritus profetizados en los 25 renglones del Tercer Secreto[16].
Querido
hermano me ha dado mucho gusto recordar y confesarte sabrosas blasfemias.
Porque entre mis piernas se halla la serpiente del mal lista a derramar su
veneno en el interior de una Maria que haya sido embrujada por la lengua de
la bestia.
Aprecio
tus consejos para que sea cuidadoso en proteger las fibras platinadas que
me identifican como él alquimista que convierte la ponzoña en arte.
Semejante mío, concluyo esta segunda epístola luego de haberme extendido
lo suficiente. Espero que en un futuro próximo nos encontrarnos en el
valle donde todos nos reuníamos. Éxitos para nosotros.
ftn1" href="#_ftnref1" name="_ftn1" title>[1]
La Batalla de los veintiún días es la lucha entre las legiones de
Satán y los ángeles de Dios tal como se lee en Daniel 10:13: “Mas
el príncipe del reino de Persia se puso contra mí veintiún días: y
he aquí, Miguel, uno de los principales príncipes, vino para
ayudarme, y yo quedé allí con los reyes de Persia”
ftn2" href="#_ftnref2" name="_ftn2" title>[2]
Los ángeles caídos observan a las hijas de los hombres y adoptan
forma humana para tomarlas como esposas, con quienes tienen hijos. La
Biblia nos dice en Génesis 6:4: “Había gigantes en la tierra en
aquellos días, y también después que entraron los hijos de Dios á
las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: éstos fueron los
valientes que desde la antigüedad fueron varones de nombre”
[3]
Elohim es el nombre común para Dios. Es una palabra derivada de El,
su significado original sería: “el dios de dioses”,
“el fuerte” o “el poderoso”
ftn4" href="#_ftnref4" name="_ftn4" title>[4]
José tuvo que escapar a Egipto con su familia por la advertencia de
un ángel. Se puede leer en Mateo 2:13:
“El ángel del Señor aparece en sueños á José,
diciendo: Levántate, y toma al niño y á su madre, y huye á Egipto,
y estate allá hasta que yo te lo diga; porque ha de acontecer, que
Herodes buscará al niño para matarlo”
[5]
Emmanuel era uno de los nombres de cristo y significa: “Dios con
nosotros”
[6]
Jesús era llamado Rabí por sus grandes conocimientos y significa:
Maestro.
ftn7" href="#_ftnref7" name="_ftn7" title>[7]
Yahvé es el nombre propio de Dios y significa: “El que es” o
“El existente”
ftn8" href="#_ftnref8" name="_ftn8" title>[8]
El Gólgota fue donde crucificaron a Jesús. Es una palabra aramea que
significa: “La calavera”
ftn9" href="#_ftnref9" name="_ftn9" title>[9]
Deus Mortuus es una palabra en latín que significa: Dios Muerto
ftn10" href="#_ftnref10" name="_ftn10" title>[10]
Hechos sucedidos en el Siglo I
ftn11" href="#_ftnref11" name="_ftn11" title>[11]
Ley creada por Nerón que significa: No es lícito ser Cristiano
ftn12" href="#_ftnref12" name="_ftn12" title>[12]
Jehová es uno de los nombres propios de Dios usado en el Antiguo
Testamento
ftn13" href="#_ftnref13" name="_ftn13" title>[13]
Este pasaje indica una reunión de Jehová con otros sub-dioses o
dioses menor jerarquía. La Biblia en Salmos 82:1 <<Salmo de
Asaph.>> DIOS está en la reunión de los dioses; En medio de
los dioses juzga.
ftn14" href="#_ftnref14" name="_ftn14" title>[14]
Autosuficiencia, capacidad de satisfacer las propias necesidades.
ftn15" href="#_ftnref15" name="_ftn15" title>[15]
La acción de muchos pensadores, científicos o políticos que
marcharan en contra de la
yes"> palabra de Dios. Revelaciones 13:5
yes"> Y le fué dada boca que hablaba grandes cosas y blasfemias: y
le fué dada potencia de obrar cuarenta y dos meses.
ftn16" href="#_ftnref16" name="_ftn16" title>[16]
El Tercer Secreto de la Virgen de Fátima. La verdadera carta de Lucia
tiene como profecía que la Iglesia Católica pasará por un momento
de apostasía. Un rechazo a la fe y a la comunión con la doctrina a
consecuencia de sus malos ministros. Esta versión es confirmada por
el Padre Alonso, nombrado en 1966 como oficial archivero de Fátima y
el Padre Gruner, fundador y Director de la
Cruzada Internacional del Rosario de Fátima, este último suspendido
por afirmar que el Santo Padre mintió sobre el mensaje de Fátima.