El pasado viernes 24 de junio, un violento desalojo policial y militar en un asentamiento en la zona nordeste de Paraguay dejó como consecuencia la muerte de los campesinos Leoncio Torres y Ángel Cristaldo.
Si bien la justicia paraguaya ordenó la detención de unas 25 personas, diferentes organizaciones de derechos humanos y grupos campesinos temen que el caso termine envuelto en un habitual manto de impunidad.